Siempre contra el terrorismo, pero
también contra el insulto y la blasfemia
Los que promueven el insulto y la
blasfemia están promoviendo una sociedad violenta basada en la cultura de la
muerte
- Miles de personas
(sobre todo cristianos) están siendo asesinados en varios lugares del
mundo (Irak, Nigeria, Siria…) por terroristas islamistas. Pocos medios de
comunicación reflejan esta realidad sangrienta.
- En cambio cuando el
terrorismo islámico afecta a Europa o a Estados Unidos estos crímenes
ocupan los titulares de todos los medios.
- Los terroristas de
todo tipo son unos criminales asesinos. Ninguna causa merece la
utilización de medios que conlleven el terrorismo y el uso generalizado de
la violencia.
- Las religiones no
son la causa de la violencia ni del terrorismo. Hay una sola religión en
cuyo seno hay una minoría de individuos que pretenden propagarla por medio
del terrorismo.
- Ante los ataque
terroristas es necesario reaccionar con firmeza. El despliegue militar en los países occidentales para
protegernos de las amenazas islamistas es justo y necesario en ocasiones (también en España).
- No se deben permitir
ataques violentos contra judíos o musulmanes (eso lo dicen casi todos los
políticos), ni tampoco contra cristianos (eso ya es más difícil
escucharlo).
- Las Fuerzas de
Seguridad han de defenderse contra el ataque de los terroristas islamistas
y si éstos mueren en la refriega es un caso claro de legítima defensa.
- Es necesaria una
mayor vigilancia contra los terroristas con un mayor control de los
movimientos de las personas. Negarse a un control más riguroso de
movimientos de personas o de capitales por escrúpulos progresistas es poner
en riesgo nuestra seguridad y negar legitimidad a nuestros sistemas
democráticos.
- La verdadera
libertad de expresión no debe amparar el insulto o la injuria contra las
personas, las religiones, las instituciones, las ideas… Entre la crítica y
el insulto hay una gran diferencia.
- No se puede defender
un derecho al insulto o a la injuria porque eso no es libertad de
expresión, es simple mala educación y falta de respeto. Y en España y en
todo el mundo eso es un delito.
- En muchas naciones, incluidos los Estados Unidos, no se permite la publicación de escritos o dibujos
insultantes que inciten al odio racial, religioso, político o de otro
tipo.
- Oponerse al
terrorismo y condenar totalmente sus acciones criminales no implica
considerar positivo (ni siquiera admisible o tolerable) lo que defendían
las víctimas del terrorismo. Lo expresa perfectamente el escritor Juan
Manuel de Prada en el artículo que enlazo.