viernes, 12 de septiembre de 2014

Honor y Gloria a los Maestros del Franquismo
Ellos fueron los que, durante el Régimen del Generalísimo Franco, escolarizaron a todos los niños de Gijón y acabaron con el analfabetismo

Ahora que comienza el nuevo curso escolar 2014-2015 es de justicia recordar a los que acabaron con el analfabetismo en España: los Maestros y Gobernantes en tiempos de Franco.

En 1920, el porcentaje de analfabetos en el Concejo de Gijón ascendía al 39,4 %. Gracias, fundamentalmente, al General Primo de Rivera, en sólo 10 años, la proporción de iletrados había descendido en nuestro Concejo al 20,32 %. El Colegio Primo de Rivera de La Calzada (reconstruido después de la Cruzada Nacional), que lleva dicho nombre en honor del que propició su construcción, es un ejemplo de la labor desarrollada en el campo educativo durante esa época. La proporción de alumnos escolarizados en Gijón durante el gobierno del General Primo de Rivera pasó del 65% en 1923 al 74% en 1931.

La llegada de la II República supuso un claro retroceso en la educación nacional. Las trabas a la libertad educativa y la incapacidad de los gobernantes propiciaron que la escolarización se estancara y, así, en 1936 estaba escolarizada el 75% de la infancia gijonesa.

Durante el Terror Rojo, la educación quedó bajo mínimos. La depuración de los maestros católicos o derechistas fue terrible. En Gijón, después de haber sufrido cautiverio en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús (la Iglesiona, actual Basílica) fueron asesinados el Director de la Escuela de Ceares Don Manuel Rubio y otros tres maestros: Don Benjamín Neira Martínez, Don Emilio López Castro y Don Rogelio Baizán García.

Con el fin de la Cruzada Nacional se reorganizó la enseñanza en toda España y nuestro Concejo no fue una excepción. Gracias a la labor de los Maestros y de las Maestras del Franquismo, al morir el Generalísimo Franco en 1975 se había logrado la práctica escolarización universal de los niños de 6 a 14 años encuadrados en la Educación General Básica (el nivel educativo obligatorio según la Ley General de Educación de 1970) y el nivel de analfabetismo era residual.

La vocación de servicio de estos Maestros y Maestras del Franquismo, su abnegación, su sacrificio y su esfuerzo, auxiliados eficazmente por gobernantes inteligentes y prudentes, permitieron el progreso intelectual, moral, social y económico de España. Su gesta, no puede llamarse de otra manera, debe ser recordada con admiración y emoción. Por eso, desde CANTÁBRICO, proponemos que en el Colegio Jovellanos se coloque una placa en honor de estos verdaderos educadores de la infancia y de la juventud.


No hay comentarios:

Publicar un comentario