viernes, 21 de noviembre de 2014

22-N: Una vez más (y las que sean necesarias)
Cada vida importa. Sí a la vida. No al aborto
Manifestación en Madrid para recordar lo evidente: toda vida humana es sagrada y nadie tiene derecho a eliminar a ningún ser humano. No hay vidas inútiles.

Este sábado, 22 de noviembre a las 12:00 se llevará a cabo una gran manifestación en Madrid a favor de la vida, de la mujer y de la maternidad y, por lo tanto, en contra del aborto. Es una ocasión justa y necesaria para manifestar nuevamente nuestra repulsa por el horrendo crimen del aborto, presentado por algunos como un “derecho” y como un “avance”. Nada más lejos de la realidad.

El aborto es un crimen abominable. Basta con teclear en cualquier buscador de imágenes de internet “aborto provocado” y ver las imágenes reales de abortos. Hay que ser muy, pero que muy insensible para no ver la evidencia de lo terrible que es siempre el aborto.

En España, desgraciadamente, llevamos soportando desde 1985 una legislación favorable al aborto. En estos casi 30 años de legalización del asesinato de niños pequeños, indefensos e inocentes (enseñen las fotos de los abortos provocados a los proabortistas a ver qué dicen)  son dos millones las víctimas de este genocidio terrible. Una parte numerosa de la sociedad occidental en general, y de la española en particular, demuestran una insensibilidad y una indiferencia pasmosas en la aceptación social de un crimen evidente ocultado, negado y alentado a partes iguales.

Sin embargo, la acción de los benenéritos y cada vez más numerosos movimientos a favor de la vida y de la familia, los avances tecnológicos (ultrasonidos, ecografías normales y 3D, cámaras que permiten grabaciones que muestran el vientre de la madre donde se desarrollan sus hijos…), la perseverancia de la Iglesia Católica y otras comunidades religiosas que defienden la vida de todos y en todas las circunstancias, están cambiando la situación poco a poco.

Por eso es necesario acudir, si es posible, a esta manifestación convocada por centenares de asociaciones que defienden a las mujeres y que están a favor de la vida y de la maternidad. Además, es una buena manera de recordar al PP que sus cargos públicos, afiliados, simpatizantes y votantes estamos mayoritariamente a favor de la vida y en contra del crimen horroroso del aborto. Y que aunque la reforma auspiciada por el que fuera Ministro de Justicia don Alberto Ruiz-Gallardón no era perfecta, al menos era un paso importante en la buena dirección, hacia el único objetivo justo: ni un solo aborto. Que todos los niños tengan derecho a vivir.

Toda la información sobre esta manifestación se encuentra en la página web: http://www.cadavidaimporta.es/


miércoles, 19 de noviembre de 2014

Ignorancia rima con intolerancia
Ejemplos recientes de la intolerancia laicista alentada en Gijón por la izquierda local

Iglesia Mayor Parroquial de San Pedro de Gijón

El laicismo intolerante e ignorante (perdón por la doble redundancia) sigue desaforado. En el último Pleno celebrado en este mes de noviembre de 2014, la izquierda local (socialistas y comunistas) pretendieron imponer sin éxito a todos los gijoneses su visión intolerante sobre la presencia de la religión en la vida pública. Querían prohibir la presencia de sacerdotes (católicos, por supuesto; en Gijón los demás cultos religiosos son hiperminoritarios) en los actos organizados por el Ayuntamiento. ¿Quiénes son los socialistas o comunistas para prohibir la presencia de un sacerdote en un acto público? Más aún, los socialistas y comunistas protestaban por la presencia del Párroco de San Julián de Somió, don Luis Muiña en la inauguración de una calle dedicada a un antiguo concejal socialista. El sacerdote bendijo dicha calle ya que fue reclamado por la familia del señor Liñero, antiguo concejal socialista. Es decir, la izquierda quiere prohibir que las familias de los homenajeados decidan cómo ha de ser dicho acto de homenaje. ¿Y si hubieran querido llevar a un gaitero? ¿O a una coral? ¿Habrían protestado igual?


Sin embargo, ¿se imaginan lo que ocurriría si algún sacerdote u obispo de la Iglesia Católica, en justa correspondencia, prohibiera la presencia de socialistas o comunistas en celebraciones católicas? Pero eso no ocurrirá porque la Iglesia es incluyente y tolerante, no como el marxismo que lleva a posiciones llenas de odio, intolerancia e ignorancia.
Casa Consistorial de Gijón

No obstante, no es la primera vez que la izquierda excluye a los católicos de la vida pública. Ni el Psoe (por primera vez después de haberlo decidido en su ejecutiva local) ni Iu (desde siempre) acudieron a las Misas celebradas en honor del Patrón de Gijón (San Pedro), de la Patrona de las gentes del mar (la Virgen del Carmen) y de Nuestra Señora de Begoña. Es una falta de respeto, una falta de educación y una muestra de intolerancia. Y aún peores son las “explicaciones” que dan:

  • “Es por no molestar a los que no son católicos”. Pero es que así nos molestan a los católicos a los que nos consideran vecinos de segunda (o tercera) categoría. Que no vayan al palco de El Molinón a ver los partidos del Real Sporting de Gijón para no molestar a los aficionados de otros equipos o de otros deportes.
  • “En todo caso, habría que ir a cultos de todas las confesiones”. Pero si en Gijón no hay ni mezquitas ni sinagogas. La religión católica es la mayoritaria en Gijón por amplísima mayoría (un 85-90% de bautizados, incluidos gran parte de los laicistas) ¿Y por qué van sólo a los partidos del Real Sporting de Gijón y no a los de las decenas de equipos de fútbol que hay y que están en categorías inferiores o a los partidos de otros deportes minoritarios?
  • “Las convicciones religiosas deben permanecer en la esfera de lo privado”. ¿Desde cuándo? ¿Porque usted lo diga? ¿Están prohibidas? Entran en la esfera (o en el prisma) de lo privado o de lo público porque en España hay libertad religiosa y los católicos (y los demás creyentes, si los hubiere) podemos manifestar nuestra fe cristiana pública o privadamente de manera libre y sin cortapisas, con las mismas condiciones que conllevan la libertad política y sindical. No estamos, gracias a Dios, ni en Corea del Norte ni en la Unión Soviética, ni en Cuba ni en Venezuela. 

En definitiva, una muestra más de que el Psoe, Iu y la izquierda en general están en contra de la Iglesia Católica, de la libertad religiosa, de la convivencia, de la tolerancia y del sentido común. 

sábado, 8 de noviembre de 2014

25 años sin el Muro de Berlín, el muro de la vergüenza de las dictaduras comunistas
Un día de alegría para nuestro continente

Hace 25 años caía el Muro de Berlín y con él empezaba el principio del fin de las terribles dictaduras comunistas que durante décadas asolaron el Centro y el Este de Europa.

El Muro de Berlín es un paradigma de la mentira y del fracaso inherentes a la ideología marxista. Su construcción fue decidida por los dirigentes comunistas sin contar con la opinión del pueblo. Se inició la obra sin previo aviso y se concluyó en un tiempo mínimo para que nadie pudiera escapar de la cárcel totalitaria comunista. Además, se le dio el nombre oficial de Muro de Protección Antifascista. Ese nombre emplea la palabra antifascista tan querida por los progresistas y que suele englobar todo tipo de barbaridades, violencias e irracionalidades que la extrema izquierda pone en marcha contra los que no pensamos como ellos.

¿Y por qué se construyó este Muro de la vergüenza? Fundamentalmente para que los alemanes del Este, es decir, los que vivían en una “democracia popular” y en un “paraíso socialista” no pudieran conocer la realidad de la vida en la Alemania Occidental, compararla con la que tenían y decidir qué sistema preferían. En los años precedentes (1949-1961) a la construcción de la barrera comunista más de dos millones de alemanes del Este (sobre una población de unos 15 millones de habitantes) se escaparon de la tiranía comunista para llegar al Mundo Libre.

¿Y por qué huían de la Alemania Comunista? Por las condiciones de vida miserables propias de cualquier dictadura comunista. En una dictadura comunista, como la de Alemania Oriental o la de cualquier otra nación que sufra semejante tiranía, todas las libertades están anuladas o limitadas:

  • Libertad de pensamiento. Sólo se admite la ideología comunista.
  • Libertad de religión. Se promueve el ateísmo de Estado y se persigue a los creyentes; en el caso de la Alemania comunista, protestantes y católicos.
  • Libertad de prensa. Toda la prensa pertenece al Estado, el Estado al Partido Comunista y éste a sus dirigentes máximos (el Comité Central) y, especialmente, al dictador correspondiente.
  • Libertad económica. Sólo el Estado, es decir el Partido Comunista, tiene la posibilidad de dirigir la economía. Las tiendas particulares, las empresas privadas, los huertos individuales no tienen cabida en un sistema de socialismo real.
  • Libertad de educación. Sólo se admiten las escuelas estatales controladas por el Partido Comunista. Todas las demás están prohibidas.
  • Libertad de asociación, política y sindical. Todas las asociaciones debían estar autorizadas por el Partido Comunista y a su servicio. Sólo había un Partido, el comunista y un Sindicato, el comunista.
Además, el país estaba ocupado por el Ejército Rojo de la Unión Soviética, estacionado en tierra alemana para mantener la dictadura comunista y para amenazar a las naciones del Mundo Libre que estaban al otro lado.

En resumen, no había ninguna libertad ni independencia nacional y, además, a consecuencia del control económico que llevaba a cabo la dictadura comunista mediante su “socialismo científico” los alemanes del Este vivían muchísimo peor y más miserablemente que los que estaban en la Alemania Occidental donde había una economía social de mercado, libertad religiosa, sindical, política, de prensa, educativa…

Es, por lo tanto, lógico que los alemanes del Este que sufrían la dictadura comunista y que no formaran parte del sistema opresor quisieran abandonarla y pasarse a la zona occidental de Alemania.

Quizás eso explica también el repudio a las ideas comunistas que algunos tenemos y la perplejidad que nos produce la presencia en España de personas y organizaciones que siguen apoyando planteamientos marxistas o marxistoides que no conducen más que a la pobreza y a la tiranía.