El declive demográfico de Gijón
(1979-2014)
Un concejo sin esperanza y con
gobernantes incapaces y antinatalistas
En 1940 vivían en el concejo de
Gijón poco más de 101.000 personas. En 1950 casi se alcanzaron los 111.000
vecinos. En 1960 la población ascendía a 124.000 habitantes. Eran, hasta
entonces, crecimientos moderados con aumentos de población de un 10-12%.
Sin embargo, en una sola década,
de 1960 a
1970, Gijón crece sobremanera y alcanza los 187.000 vecinos; es decir, se
produce un aumento enorme de más del 50% de la población en sólo diez años. Este
enorme crecimiento continúa durante la década de 1970 alcanzando los 253.294 habitantes
en el censo empleado para las elecciones municipales de abril de 1979. Hay, por
tanto, un aumento de población superior al 30 % en esta década de 1970.
Pero a partir de esta fecha, que
coincide con la llegada de la izquierda a la Alcaldía gijonesa, se
produce un estancamiento de la población de nuestro concejo. En 1990 son
260.000 las personas que viven en Gijón. Una década de gobiernos socialistas en
España, en el Principado de Asturias y en Gijón provocó un mínimo aumento de población,
inferior al 2%. En el año 2000 se llegó a los 267.000 vecinos, nuevo aumento esta
vez ligeramente superior al 2%. En 2010 se alcanzaron los 277.000 habitantes,
menos del 4% de crecimiento de población. Hoy en día, la población del concejo
de Gijón retrocede ligeramente y asciende a 275.735 habitantes.
¿Y por qué se produce esta
situación en nuestro concejo? Por la falta de esperanza, por la falta de
trabajo y por las políticas antinatalistas y antifamilia desarrolladas
especialmente por el Psoe con la colaboración convencida de la coalición
comunista Iu.
Las causas de ámbito nacional (e
incluso occidental) son: la promoción de la secularización, el hedonismo y una
visión de la sexualidad irresponsable, inhumana y “lúdica”, la disminución o
eliminación de las ayudas a las familias por considerarlas (las ayudas y la
familia) franquistas, la penalización fiscal del matrimonio (se pagan menos
impuestos haciendo dos declaraciones individuales que una conjunta) la
legalización del crimen del aborto, la mentalidad divorcista, las campañas
contra el matrimonio, el apoyo a todo tipo de medidas anticonceptivas (que no
disminuyen las tasas de aborto) y un largo etcétera de medidas similares que llevan
a una disminución brutal del número de hijos que tiene una familia. Sólo los
inmigrantes venidos en los años de bonanza económica mantuvieron la tasa de
natalidad en un nivel insuficiente pero no trágico todavía.
Las causas locales de este
estancamiento demográfico son la incapacidad del Ayuntamiento de Gijón
gobernado (es un decir) por la izquierda para ofrecer un futuro decente a los
gijoneses o los que no viviendo en Gijón podrían encontrar en nuestro Concejo
un lugar para vivir como ocurría en décadas anteriores. En estos nefastos 32
años se cerraron numerosas empresas, algunas con muchos años de presencia en
nuestro Concejo. Gijón y el Principado de Asturias no se merecen unos
gobernantes incapaces, antivida y antifamilia.