miércoles, 25 de marzo de 2015

El declive demográfico de Gijón (1979-2014)
Un concejo sin esperanza y con gobernantes incapaces y antinatalistas

En 1940 vivían en el concejo de Gijón poco más de 101.000 personas. En 1950 casi se alcanzaron los 111.000 vecinos. En 1960 la población ascendía a 124.000 habitantes. Eran, hasta entonces, crecimientos moderados con aumentos de población de un 10-12%.

Sin embargo, en una sola década, de 1960 a 1970, Gijón crece sobremanera y alcanza los 187.000 vecinos; es decir, se produce un aumento enorme de más del 50% de la población en sólo diez años. Este enorme crecimiento continúa durante la década de 1970 alcanzando los 253.294 habitantes en el censo empleado para las elecciones municipales de abril de 1979. Hay, por tanto, un aumento de población superior al 30 % en esta década de 1970.

Pero a partir de esta fecha, que coincide con la llegada de la izquierda a la Alcaldía gijonesa, se produce un estancamiento de la población de nuestro concejo. En 1990 son 260.000 las personas que viven en Gijón. Una década de gobiernos socialistas en España, en el Principado de Asturias y en Gijón provocó un mínimo aumento de población, inferior al 2%. En el año 2000 se llegó a los 267.000 vecinos, nuevo aumento esta vez ligeramente superior al 2%. En 2010 se alcanzaron los 277.000 habitantes, menos del 4% de crecimiento de población. Hoy en día, la población del concejo de Gijón retrocede ligeramente y asciende a 275.735 habitantes.

¿Y por qué se produce esta situación en nuestro concejo? Por la falta de esperanza, por la falta de trabajo y por las políticas antinatalistas y antifamilia desarrolladas especialmente por el Psoe con la colaboración convencida de la coalición comunista Iu.

Las causas de ámbito nacional (e incluso occidental) son: la promoción de la secularización, el hedonismo y una visión de la sexualidad irresponsable, inhumana y “lúdica”, la disminución o eliminación de las ayudas a las familias por considerarlas (las ayudas y la familia) franquistas, la penalización fiscal del matrimonio (se pagan menos impuestos haciendo dos declaraciones individuales que una conjunta) la legalización del crimen del aborto, la mentalidad divorcista, las campañas contra el matrimonio, el apoyo a todo tipo de medidas anticonceptivas (que no disminuyen las tasas de aborto) y un largo etcétera de medidas similares que llevan a una disminución brutal del número de hijos que tiene una familia. Sólo los inmigrantes venidos en los años de bonanza económica mantuvieron la tasa de natalidad en un nivel insuficiente pero no trágico todavía.

Las causas locales de este estancamiento demográfico son la incapacidad del Ayuntamiento de Gijón gobernado (es un decir) por la izquierda para ofrecer un futuro decente a los gijoneses o los que no viviendo en Gijón podrían encontrar en nuestro Concejo un lugar para vivir como ocurría en décadas anteriores. En estos nefastos 32 años se cerraron numerosas empresas, algunas con muchos años de presencia en nuestro Concejo. Gijón y el Principado de Asturias no se merecen unos gobernantes incapaces, antivida y antifamilia.


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