Ayuda a la Iglesia Necesitada
presenta el Informe sobre Libertad Religiosa en el mundo 2016
Un informe estremecedor sobre los
ataques a los cristianos en el mundo realizado por una fundación al servicio de
la evangelización de los más necesitados
Ayuda
a la Iglesia
Necesitada acaba de publicar el Informe sobre Libertad Religiosa en el mundo de 2016. En él se
muestra cómo en 38 países hay graves violaciones de la libertad religiosa; en
23 de ellos con persecuciones y en 15 con importantes discriminaciones.
Los
grandes perseguidores son,
principalmente, el radicalismo islamista
y, en menor medida, las dictaduras
comunistas. La religión más perseguida en el mundo es la cristiana de tal
manera que 1 de cada 6 cristianos en el mundo viven en países donde sufren
persecuciones (334 millones de cristianos) o discriminaciones flagrantes (60
millones de cristianos). Este Informe se publica bienalmente y es un gran
servicio a la causa de la libertad religiosa en el mundo que está en verdadero
peligro por la cantidad de ataques que sufre. En él se documentan y se analizan
los casos de persecución y discriminación país por país.
La
organización que lo publica, Ayuda a la Iglesia Necesitada,
es una Fundación de la Santa Sede
dependiente de la
Congregación del Clero fundada en la Navidad de 1947 por el Padre Werenfried para mitigar la
penuria y el hambre de la
Europa postrada después de la 2ª Guerra Mundial. Fue
fundamental su apoyo a la
Iglesia del Silencio (la de los países situados detrás del
Telón de Acero) durante la brutal represión llevada a cabo contra los
cristianos en general, y contra los católicos en particular, por las dictaduras
comunistas. A partir de 1962 extendió su actividad a América. Unos años más
tarde, amplió su campo de acción al resto de continentes. Actualmente tiene
delegaciones en más de 20 naciones y colabora a través de sus proyectos con más
de 140 países de todo el mundo.
Ayuda
a la Iglesia Necesitada
apoya multitud de iniciativas pastorales: construcción o reconstrucción de
iglesias y locales parroquiales, impresión de Biblias en numerosos idiomas,
estipendios de Misas para mantener a sacerdotes y religiosos, apoyo a
seminarios y casas de formación religiosa, ayudas a proyectos de desarrollo
educativo, social, sanitario…
Es
necesario, por tanto, rezar por los
cristianos perseguidos, ayudarlos
económicamente en sus necesidades e informar
sobre su situación. Si no lo hacemos los cristianos, nadie se preocupará por
ellos.