Dos Papas Santos: San Juan XXIII y
San Juan Pablo II
Fueron canonizados por el Papa Francisco
acompañado por el Papa Emérito Benedicto XVI
San Juan Pablo II y San Juan XXIII, Rogad por nosotros (Imagen de la página de la Santa Sede) |
Ayer
fue un día verdaderamente emocionante en Roma. En la Plaza de San Pedro del Vaticano
el Papa Francisco canonizaba a dos de sus predecesores: Juan XXIII y Juan Pablo
II. Entre los presentes se encontraba también el Papa Emérito Benedicto XVI,
por lo que muchos denominan a este día como el de los 4 Papas. Innumerables peregrinos
(entre 800.000 y un millón de personas en Roma y cientos de millones de
personas a través de la radio y de la televisión) participaron en esta
ceremonia tan especial. Fue enorme el número de polacos presentes en las
canonizaciones. Querían agradecer a su compatriota Juan Pablo II todo el bien
que había hecho a la Iglesia Católica
en general, y a su Patria en particular, durante su vida y su Pontificado.
La
homilía del Papa Francisco fue, como de costumbre, concisa y emotiva. Reflexionando
sobre el Evangelio del día, la incredulidad del Apóstol Santo Tomás (Jn 20,
19-31), afirmó de los dos nuevos Santos lo siguiente: Fueron dos hombres
valerosos, llenos de la parresia del Espíritu Santo, y dieron testimonio ante la Iglesia y el mundo de la
bondad de Dios, de su misericordia. Fueron sacerdotes, y obispos y papas del
siglo XX. Conocieron sus tragedias, pero no se abrumaron. En ellos, Dios fue
más fuerte; fue más fuerte la fe en Jesucristo Redentor del hombre y Señor de
la historia; en ellos fue más fuerte la misericordia de Dios que se manifiesta
en estas cinco llagas; más fuerte la cercanía materna de María. Además,
designó a San Juan XXIII como el Papa de la docilidad al Espíritu Santo y a San
Juan Pablo II como el Papa de la familia.
San
Juan XXIII convocó el Concilio Vaticano II como un proceso de renovación de la
vida cristiana en un momento complicado en la Historia del Mundo y de la Iglesia. Destacó
por su bondad y cercanía, siendo merecidamente conocido como el Papa Bueno. Sus
encíclicas contribuyeron a crear un clima de paz en un mundo dividido en dos
bloques antagónicos: el mundo libre y las dictaduras comunistas.
Por
su parte, San Juan Pablo II puso en práctica gran parte del Concilio Vaticano
II ateniéndose al verdadero espíritu del mismo, evitando las desviaciones
provocadas por los que querían una Iglesia Católica sometida a las modas
mundanas y a las ideologías anticristianas (fundamentalmente, el marxismo
materialista y ateo). Juan Pablo II fue un hombre de profunda oración, un
viajero incansable que llevó la
Palabra de Dios a todos los rincones de la Tierra , un luchador por la
paz, la libertad y la justicia (contribuyó decisivamente a la caída de las
terribles dictaduras comunistas y al fin de la Guerra Fría provocada por
ellas), un defensor de los débiles, un amigo de las familias, de los niños, de
los enfermos, de los ancianos y de los jóvenes (instituyó las Jornadas
Mundiales de la Juventud ),
un defensor de la vida humana desde su inicio con la concepción hasta su muerte
natural (especialmente recordada es su encíclica Evangelium Vitae).
Todos
los que pertenecemos a la
Iglesia Católica (y muchos cristianos, fieles de otras
religiones y no creyentes) nos alegramos de estas canonizaciones. San Juan
XXIII y San Juan Pablo II son dos grandes Papas santos de la misma Iglesia. No
pertenecen a sensibilidades políticas o religiosas distintas, ni la
canonización del uno sirve de coartada o justificación de la canonización del
otro. Los que los contraponen (generalmente, ensalzando a San Juan XXIII y
minusvalorando a San Juan Pablo II) se equivocan y muestran un desconocimiento
de la realidad de la Iglesia. Además ,
lo suelen hacer desde una perspectiva de desprecio, o incluso odio, hacia el que acabó con las
dictaduras comunistas y con una Iglesia acomplejada ante ellas.
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